Las ventajas fiscales de constituir una sociedad en Suiza: todo lo que debe saber

El impuesto de sociedades en Suiza es un aspecto clave del entorno empresarial del país. Suiza ofrece un marco fiscal atractivo para las empresas, con tipos impositivos competitivos y una normativa favorable. A nivel federal, las empresas están sujetas a un impuesto fijo sobre los beneficios del 8,5%. Sin embargo, es a nivel cantonal donde se definen la mayoría de las especificidades fiscales.

Las ventajas fiscales de constituir una sociedad en Suiza: todo lo que debe saber

 

Suiza es conocida por su entorno favorable a las empresas y sus atractivas ventajas fiscales. Para los empresarios que desean crear una empresa, Suiza ofrece interesantes oportunidades fiscales. En este artículo, exploraremos en detalle las ventajas fiscales de constituir una empresa en Suiza, y le proporcionaremos toda la información esencial que necesita saber.

Fiscalidad de las empresas en Suiza

Suiza cuenta con un atractivo sistema de impuesto de sociedades, lo que la convierte en un destino popular para empresarios de todo el mundo. El país ofrece una fiscalidad competitiva con tipos impositivos relativamente bajos en comparación con otras jurisdicciones. Además, el sistema fiscal suizo es conocido por su estabilidad y previsibilidad, proporcionando un entorno favorable para las actividades empresariales.

Los cantones suizos utilizan principalmente dos enfoques diferentes del impuesto de sociedades: un tipo impositivo proporcional y un sistema mixto basado en la intensidad del rendimiento. Un tipo impositivo proporcional es un impuesto simple expresado como porcentaje del beneficio de una empresa. Este tipo se mantiene constante independientemente de la cuantía del capital social o de los fondos propios de la empresa.

Por ejemplo, la Confederación Suiza aplica un tipo fijo del 8,5% sobre los beneficios de las empresas, que se aplica uniformemente a todas las empresas del país.

Sin embargo, algunos cantones suizos optan por un sistema mixto que tiene en cuenta la intensidad del rendimiento. Este enfoque tiene en cuenta tanto la relación entre el capital y las reservas de la empresa como el beneficio neto obtenido. La idea que subyace a este sistema es reflejar con mayor exactitud el poder de ganancia de la empresa teniendo en cuenta estos factores.

A continuación figuran algunos ejemplos de cantones que aplican un tipo impositivo proporcional:

Zúrich: El cantón de Zúrich aplica un tipo del impuesto de sociedades del 19,7%.

Ginebra: El cantón de Ginebra aplica un tipo del impuesto de sociedades del 13,99%.

Vaud: El cantón de Vaud aplica un tipo del impuesto de sociedades del 13,79%.

Basilea-Ciudad: El cantón de Basilea-Ciudad propone un tipo del impuesto de sociedades del 13,5%.

Lucerna: El cantón de Lucerna es conocido por sus tipos impositivos competitivos. Las empresas pueden beneficiarse de un tipo impositivo efectivo tan bajo como el 12,4%.

Zug: El cantón de Zug también es conocido por sus competitivos tipos impositivos. Las empresas pueden beneficiarse de un tipo impositivo efectivo tan bajo como el 11,9%.

Es importante tener en cuenta que estos tipos son indicativos y que hay otros factores a tener en cuenta, como las deducciones fiscales y los incentivos fiscales específicos de cada cantón. Por lo tanto, se recomienda consultar a las autoridades fiscales competentes o a una gestoría y asesor fiscal en Suiza para obtener información actualizada específica para su situación.

Impuesto de sociedades

En Suiza, el impuesto de sociedades se recauda a nivel federal, cantonal y municipal, lo que permite flexibilidad en la tributación. Los tipos impositivos varían de un cantón a otro, dando a los empresarios la oportunidad de elegir la jurisdicción más ventajosa para su negocio.

Algunos cantones ofrecen incluso exenciones fiscales a las empresas nuevas o en expansión que aportan un alto valor añadido al cantón donde está radicada la empresa.

Impuesto sobre el capital

Además del impuesto de sociedades, los cantones suizos gravan también el capital social de las empresas. A diferencia del impuesto federal sobre los beneficios, este impuesto sobre el capital social es recaudado exclusivamente por los cantones y no afecta a la Confederación Helvética.

El impuesto sobre el capital social es proporcional y suele expresarse como un porcentaje (‰) del capital imponible de la empresa. El capital imponible puede incluir el capital social, el capital registrado u otras formas de capital de la empresa, dependiendo de las normas específicas del cantón en cuestión.

Este tipo de impuesto pretende gravar el valor del capital invertido en la empresa. El tipo impositivo sobre el capital social puede variar de un cantón a otro y dependerá de la política fiscal de cada cantón.

Acuerdos de doble imposición

Suiza ha firmado numerosos convenios de doble imposición con varios países del mundo. Estos convenios tienen por objeto evitar la doble imposición de los beneficios de las empresas que operan a escala internacional. Permiten a las empresas pertenecientes a un mismo grupo beneficiarse de procedimientos de declaración simplificados al distribuir dividendos para pagar y al mismo tiempo ser reembolsadas de la retención a la fuente, que en Suiza asciende al 35%.

Secreto fiscal

Suiza también es conocida por su tradición de secreto fiscal. Aunque la transparencia fiscal se ha convertido en una prioridad mundial, Suiza ha establecido medidas estrictas para proteger la confidencialidad de la información fiscal de las empresas. Esta mayor confidencialidad puede ser una ventaja para las empresas que desean mantener en secreto sus operaciones comerciales y su situación financiera.

El secreto fiscal es una protección legal que cubre toda la información fiscal que llega a conocimiento de las autoridades fiscales en Suiza. Esto significa que no se puede revelar ninguna información fiscal, ni siquiera a otras autoridades, ya sean federales, cantonales o municipales, a menos que exista una base jurídica específica que renuncie expresamente al secreto fiscal.

Esta norma se aplica no sólo a las autoridades fiscales, sino también a cualquier persona que ocupe un cargo en la administración federal, cantonal o municipal y que tenga acceso a información amparada por el secreto fiscal. Estas personas están obligadas a respetar el secreto fiscal y a no divulgar la información fiscal a la que tengan acceso en el ejercicio de sus funciones.

La finalidad del secreto fiscal es garantizar la confidencialidad de la información fiscal de los contribuyentes y preservar su intimidad. También fomenta la confianza de los contribuyentes en el sistema fiscal y garantiza una protección adecuada de sus datos personales.

Es importante señalar que el secreto fiscal puede levantarse en determinadas circunstancias específicas y con una base jurídica adecuada, como una solicitud judicial o una autorización expresa del contribuyente afectado. Sin embargo, a falta de dicha base jurídica, el secreto fiscal sigue vigente y la información fiscal sigue siendo confidencial.

Constituir una sociedad en Suiza ofrece muchas ventajas fiscales atractivas para los empresarios. Tipos impositivos competitivos, regímenes fiscales favorables, impuestos cantonales diferenciados y acuerdos de doble imposición proporcionan un entorno fiscal favorable para las actividades empresariales.

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